El término psicomotricidad se divide en dos partes: el motriz y el psiquismo, que constituyen el proceso de desarrollo integral de la persona. La palabra motriz se refiere al movimiento, mientras que psico determina la actividad psíquica en dos fases: la socio-afectivo y la cognitiva. En otras palabras, en las acciones de los niños se articula toda su afectividad y sus deseos, pero también todas sus posibilidades de comunicación y conceptuación.
Sugerencias de uso para los más chiquitos:
Antes de empezar con el circuito manipulamos los materiales, los conos se convierten en sombreros, hacemos puentes con los conos y los aros parecen ventanas por las que asomarnos, collares para adornar el cuello o un buen juguete para hacerlo girar alrededor de nuestro cuerpo.
Para que sepamos lo que hay que hacer en cada estación del circuito el entrenador, animador, maestra o profesor nos lo explica mientras lo va realizando. Respetando el turno y por parejas iban pasando por el circuito. Empezamos por los conos, toca arrastrarse como serpientes y saltar como canguros. Los aros de colores en el piso pueden ser los protagonistas de una actividad; dentro del aro, agachaditos, fuera del aro, levantando las manos… de esta manera trabajamos el esquema corporal y los conceptos dentro-fuera.
Los objetivos de las actividades que se logran con el uso del circuito son las siguientes:
– Mejorar la puntería.
– Valorar la identidad propia.
– Mejorar la autoestima.
– Motivar la relación entre el cuerpo y el entorno.
– Aumentar la agilidad.
– Trabajar el control postural.
- Desarrollar el concepto del esquema corporal
– Cultivar la capacidad perceptiva a través del conocimiento de los movimientos.
– Practicar el equilibrio.
– Reforzar el esquema corporal.
– Controlar el espacio.
– Trabajar los conceptos dentro-fuera.
– Desarrollar la coordinación.
Incluye sugerencias de juegos para los más pequeños.
*Este producto lo trabajamos por pedido. Envíenos su consulta*